Lazos ~ Cap. 5

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Lazos - Capitulo 5: Fin de otro año escolar.

Las fiestas habían terminado, el frio dominaba y las escuelas se estaban vaciando. Otro año escolar llegaba a su fin... Todos los estudiantes se encontraban en el salón de actos del instituto con sus uniformes impecables y prestando atención al discurso de sus directivo, esperando con ansias el saludo que les declaraba su libertad por unos días sin clases ni estudios.

—¡Que disfruten de su último día de clases y de sus vacaciones! No olviden siempre repasar para el próximo año. Saquen buen provecho y que tengan una buena jornada —Los estudiantes se entusiasmaron y festejaban.

—¡Por fin! —grito Natsume mientras caminaba al salón.

—Aún nos queda un día, no festejes tanto —dijo Ren riendo.

—Sí, pero este día es para la entregas de notas y libretas... Bla,bla,bla —sonrió—. No hay problema con eso.

—Como digas —sonrió y se apoyó en el hombro de Natsume.

Mientras tanto, Hana y Sakura charlaban en su salón junto a Tomoya.

—Bueno, espero que este día termine pronto y poder irme a casa —dijo emocionada Hana—¡Ah Sakura! Después de las vacaciones no podremos juntarnos en el café como siempre, mi viaje con mis padres se alargó por unos negocios. Lo siento —Su emoción término con esas últimas palabras, ellas siempre se reunían.

—No, no hay problema —respondió con una sonrisa, aunque algo preocupo ya que Hana siempre volvía antes para juntarse con ella sin importar que sus padres alargaran el viaje. Algo andaba mal, pero no podía obligarla a decirlo si esta no lo hacía por si sola.

El día fue bastante corto para muchos y termino más rápido que lo esperado. Todos felices y alborotados, salieron corriendo de sus salones. Gritos, pasos y amontonamientos de estudiantes –no solo de esa institución- alborotaban las calles. Algunos se juntaron en grupos para hacer algo después de clases, ya que tal vez no se verían hasta el próximo año escolar y podrían estar en salones separados. Querían festejar por haber tenido un buen año y los nuevos amigos que habían obtenido en ese recorrido, junto a los profesores y docentes del establecimiento. Recuerdos que terminaban pero abrían pasó a nuevos momentos.

—¿Quieres ir a algún lado Hana? —pregunto Sakura.

—Lo siento, hoy debo ir a la casa de mi abuela. Los veo luego —se fue sin más que decir.

Hana estaba extraña, y no solo Sakura se percató de esto, durante todo el día se había comportada de esa manera, a la defensiva y pensativa constantemente.

—Nos vemos —respondió Sakura muy extrañada.

—Yo debo irme también, Sakura —Le dijo Tomoya, preocupado por esa tensión que se notaba en ellas- Nos vemos en estos días, ya sabes cómo contactarme.

—Gracias, nos vemos entones.

Quiso ser amable con ellas, demostrarle que podía contar con él. Aun asi, se fue algo preocupado por Sakura, él sabía que ella estaba triste por la forma en que Hana actuaba, asi que pensó también podría distraerla en las vacaciones y salir con los demás, despejarle la mente y evitar que creara un rencor o dudas por Hana.

—Tonta Hana, siempre guardándote tus problemas y sufriendo sola —murmuro Sakura de regreso a casa, para luego soltar un suspiro intenso al viento.

Ya había pasado un mes después de que finalizaran las clases; Sakura se encontraba  en su casa practicando en el violín sin tener ninguna noticia de Hana, era una tarde preciosa pero nada la distraía ni la hacía dejar de pensar en su amiga. Recibió solo cuantos mensajes que le dejaba en el e-mail contándole por donde andaba viajando, pero nunca respondía lo que ella preguntara, trataba de evitarla de una manera muy obvia aunque Sakura quería pensar que estaba bastante ocupada como para responder. Solo suspiraba, miraba hacia la ventana y seguía practicando con el violín. Eran tardes bastantes monótonas y se estaban volviendo aburridas de tan rutinarias.

—¡Ya me canse de practicar! —Se dijo a si misma mientras guardaba su violín. En ese momento, su celular sonó; era un mensaje de Tomoya con una invitación.

Tomoya: ¿Estas ocupada Sakura? ¿Qué te parece si hacemos algo esta tarde? :D

Sakura: Claro, porque no. ¿Dónde?

Tomoya: Ve a la estación de trenes tipo 4, ahí te buscare.

Sakura: Ok. Ok (:

Dejo su celular y fue a ducharse, estaba tan aburrida que iría a cualquier lugar con tan solo dejar de pensar en Hana y que le pasaba. Necesitaba distracción, y Tomoya era muy buen amigo en el cual ella confiaba en que no tendría intenciones ocultas. Solo quería poder borrar de su mente esos pensamientos, disfrutar de las vacaciones y al comenzar las clases, hablar bien con Hana sin dejar más dudas o momentos incomodos como el que estaba pasando.

El reloj marco las tres y media, fue cuando Sakura salió -ya cambiada con un bolso donde llevar su dinero y celular-. Llegando para las cuatro a la estación, en donde no encontraba a Tomoya por ningún lado hasta que su celular volvió a sonar. El mundo de gente le impedía mirar hacia los lados, mas por su altura que debía hacer puntas de pie.

Tomoya: Si ya estás en la estación, busca a Ren. Recuerda que yo vivo en el centro al igual que Natsume :) los encontraremos en la tercera parada de su mismo tren. ¡Salúdame a Ren de mi parte!

Sakura: ¿Ehh? Entiendo, pero ¿A dónde vamos?

Tomoya: Ya lo verán, no seas ansiosa ;)

Sakura estaba confundida pero ya no podía echarse para atrás, además en alguna parte de la estación estaba Ren esperándola. Esto la hacía sentir incomoda de cierta manera y nerviosa, pero solo podía pensar ¿Qué pensaría Hana de este encuentro? Era bastante masoquista en ese sentido, por lo que decidió tratar de no serlo ya. Movió su cabeza bruscamente para tratar de acomodar sus ideas y comenzó a buscar a Ren, quien se encontraba en alguna parte de esa alborotada estación.

—¡Oye! —gritaron a sus espaldas—. Por aquí.

Era Ren quien la había visto a lo lejos y con su mano le indicaba que debían tomar ese tren; Sakura corrió.

—Buen día —dijo Sakura al subir al tren, bastante agitada por la corrida repentina.

—Buenas —saludo el con una sonrisa—. Por poco lo perdemos y Tomoya nos mata —Trataba de ser lo más espontaneo y amable con ellas, asi ocultar que él también estaba nervioso por ese encuentro pero feliz.

—¿Sabes acaso a dónde vamos?

—La verdad no, solo me llego un mensaje de su parte preguntando si estaba libre y que el lugar era una sorpresa —dijo Ren confundido, sin poder dejar de ver sus preciosos ojos—¿A ti te dijo algo?

—No, solo me dijo lo mismo —Aparto su mirada y tomo asiento. No sabía cómo comportarse frente a él y sentía que estaba siendo brusca, aun asi prosiguió.

Ren decidió permanecer callado por el resto del viaje. No quería incomodarla.

—Aquí debemos bajar, según Tomoya —dijo Sakura unos minutos después.

—¿Bajar? ¿Y porque ellos están entrando? —Ren señalo a Natsume y Tomoya que subían al mismo tren.

—¡Buenas! —dijeron ambos en el encuentro.

—¿No había que bajarnos? —pregunto Sakura a Tomoya—¿Y porque soy la única chica aquí? —dijo después de ver a su alrededor a solo sos tres.

—Primero, te dije que los encontraríamos no que bajaran y segundo; solo conozco a Hana y Sakura, y solo estaba Sakura —sonrió Tsubasa con tono de burla.

—Sí, eres nuestra invitada de honor —agrego Natsume con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Tu si sabes a dónde vamos? —Ren le pregunto a Natsume.

—Sí, claro. Lo planeamos todo con Tomoya ¿Verdad? —Miro a Tomoya, el cual dijo que si a su pregunta moviendo la cabeza.

—No es justo, hay preferencia aquí —dijo Sakura mientras reía.

Esa risa fue una buena señal para los tres, ya que Tsubasa no era el único preocupado por que Sakura haya perdido su sonrisa. Y asi, pasaron el resto del viaje riendo y charlando de tonterías, hasta llegar a su parada.

—¿Dónde estamos? Esto es bien a las afueras, puedo ver las montañas —dijo Ren.

—Este es el pueblo donde viven mis abuelos, todos los años vengo al festival donde hay un parque de diversiones, mucha comida, juegos y finalmente, por la noche, la función más grande fuegos artificiales que he visto —comento Tomoya muy feliz sin borrar la sonrisa de su rostro.

—¡Woow! Es tan genial —dijo Natsume.

—Es muy hermoso —agrego Sakura y Ren no paraba de ver el lugar mientras sonreía.

Pasaron una tarde muy divertida, subiendo a miles de juegos y probando deliciosos platillos, dulces y bebidas nuevas para ellos. Lleno de luces, colores y sonidos de tantas personas que adornaban el lugar. Sakura logro abrirse a una nueva amistad y aunque a Ren le costara admitirlo, estaba muy feliz por verla sonreír; solo se conformaba con esa sonrisa que según él, podía iluminar un cuarto oscuro. No sabía si esos sentimientos eran los correctos o si debería pagar por esa felicidad, solo sabía que estaba disfrutando el momento y no se arrepentiría aunque debiera pagar las consecuencias luego. Era feliz, en ese momento estaba feliz.

—Quiero subía ahí —gritaba Natsume como un niño— ¡Vamos Tomoya, sube conmigo!

—Estás loco, esa es la rueda y es para parejas.

—No seas cruel, quiero subir y aun no tengo novia —protestaba—. Salvo, que Saku-chan quiera subir conmigo.

—Ni loco —dijo Tomoya—, subirás conmigo —Lo tomo del brazo y subieron, mientras que Sakura y Ren no paraban de reír.

La gente los miraba raro ¿Dos chicos subiendo? No tenían nada en contra de esa pareja, pero Tomoya estaba apenado de tantas miradas curiosa, mas al llegar a la sima, es como si esperaran un beso de ellos. Cuando la vuelta finalizo y ya estaban bajando, uno de los encargados del juego tomó a Ren y Sakura del brazo, obligándolos a subir con euforia y alegría, pensando que eran una de esas parejas tímidas que no se animaban a subir.

—¡¡Vamos, vamos. Que suban todas las parejas!! —Los metieron a ambos sin dejarlos hablar.

—Pero no somos... —Ren No pudo terminar de hablar que las puerta se cerraron. Un mensaje de Natsume le llego.

Natsume: ¿Dónde están?

Ren: Un loco nos metió en la rueda, bajamos en un momento.

Natsume: Entendido, con Tomoya nos vamos a la casa del horror, dice que nos encontremos para la función de fuegos artificiales en el campo cerca del puente. El conoce un lugar bueno para verlos, mejor y sin mucha gente.

Ren: ¿Qué? ¿Nos dejaran solo hasta la noche?

Natsume: No falta mucho, diviértete galán ;D jaja.

Ren no supo que contestar, estaba furioso por esa trampa que le jugo Natsume, pero a la vez nervioso al ver a Sakura ahí a solas con él. Su corazón se aceleraba y sus mejillas se tenían rosadas de solo ver su fino y delicado rostro, el cual lo ignoraba y miraba por la ventana. El mordía sus labios para no pensar en algo que no debía, aunque ya no podía soportarlo. Sus ojos, su sonrisa, su linda forma de vestir… Todo, todo eso y más lo volvían loco.

—¿Que te dijeron? —pregunto Sakura rompiendo los pensamientos de él.

—Dijo que nos encontremos para la función, cerca del puente —suspiro.

—Hmm, de acuerdo. De seguro fueron a seguir comiendo esos gordos.

Ella volvió a sonreír, fue ahí cuando el solo se dejó llevar por ese momento. Todo estaría bien, solo debía disfrutar de su compañía. Pasaron todo el tiempo mirando por la ventana sin cruzar sus miradas o palabras. Ren no sabía qué hacer, él quería hablarle pero su promesa no lo permitía. Él no podía separar a las amigas, por mucho que Sakura le gustara o por mucho que su sonrisa lo hipnotizara.

—El sol esta por ocultarse —dijo Sakura señalando el ocaso con su fino y delicado dedo índice.

—Qué bello se ve desde aquí arriba — Hablo Ren mirando el cielo; a la vez todo el lugar estaba teñido de colores pasteles como si fueran uno solo. La tranquilidad podía notarse ahí arriba.

—Si —Sonrió Sakura; Ren también lo hizo -No puedo comprenderla muy bien, no puedo saber qué es lo que piensa exactamente. Pero una cosa es segura, me encanta verla sonreír- pensaba Ren sin poder despegar su mirada de la sonrisa de ella, la cual no lo noto por estar distraída con el sol despidiéndose.

Al bajar de la rueda no sabían que hacer, aún faltaba un poco para la función.

—¿Qué quieres hacer ahora? —pregunto el, como todo un caballero.

—Dime tu, no se mucho de estas cosas —No lo demostraba, pero ella también sentía leves nervios.

—Mmm... ¡Ya se! Quiero jugar tira al blanco —señalo sonriendo el primer juego que tenía a la vista—. Si gano, te daré el premio.

—Suena interesante, pero es difícil, no creo que ganes —Comenzó a reír Sakura.

—¡Ya verás! Y si gano deberás besarme en la mejilla —Sakura se sonrojo al oír eso. Mientras que él se sintió atrevido y su corazón se aceleró—, y te daré el premio a ti, por supuesto.

—Está bien —Ren no podía creer que había aceptado, de todos modos él lo había dicho en broma.

Tomo la pistola de juguete, la cual solo tenía 3 tiros. Perdió dos de ellos y Sakura no paraba de reír. No sabía si recibiría ese beso, aun asi no quería perder ese tiro. Se acomodó, esta vez no iba a fallar, y tal como lo dijo, dio en el blanco, ganando un llavero de peluche con forma de gatito negro y ojos azules. El cual se lo dio a Sakura.

—Ahí está lo prometido —dijo Ren y sonrió al dárselo. Sakura lo acepto feliz.

—Se parece a ti —dijo riendo—. Lo llamare Renren.

—¡Oye! Que cruel —También reía.

Sakura lo guardó en su cartera prometiendo que lo colgaría en su bolso escolar, ya que era muy lindo y le gustaba.

—Bien, supongo que tengo que besarte. —Se acercó hacia él, pero este se apartó todo colorado.

—No... No hace falta, solo bromeaba.

—Tu cumpliste —Lo tomo de las mejillas y beso la derecha —. Ya cumplí —dijo sonriendo y comenzó a caminar—; ya debemos ir al puente, nos deben estar esperando.

Ren no podía reaccionar, estaba seguro que había caído enamorado otra vez por la misma persona. Ella también estaba feliz, pero algo culpable por hacer algo que de seguro a su amiga no le agradaría.

-¡Sí que es cruel, como puedo hacerme esto! -murmuro todo colorado y apenado, mientras la seguía por detrás.

Llegaron al pie del puente, pero los demás aun no estaban allí.

—¿Dónde estarán? —pregunto Sakura olvidando sus pensamientos.

—Según Natsume, están viniendo. Acaba de mandarme un mensaje —respondió Ren, mientras cerraba su celular.

—Bueno, aún falta un poco para que la función de comienzo.

—¿Y hace cuánto vives aquí?

—¿Qué?

—Aquí, va en la ciudad.

—Desde que nací, al igual que Tomoya. Nos conocemos de niños y Hana desde los 8, ella vivía viajando —dijo Sakura sonriendo—¿Y tu? Eres nuevo verdad.

—Sí, algo asi. De niño vivía aquí, pero luego tuve que viajar con mi padre a Inglaterra, cuando mis padres se separaron. Luego el volvió y decidí vivir con mama nuevamente ya que el trabajo de mi padre lo mantiene viajando constantemente.

—Ya veo, y ¿De que trabaja tu padre?

—Es doctor, pero por ahora se ocupa de la corte de doctores y debe viajar por conferencias y eso. Mi familia es dueña de un hospital aquí y próximamente uno en Londres, de eso se está ocupando el.

—Vaya ¿Y tú harás lo mismo o...?

—Sí, pero no por obligación. Me gusta ayudar a las personas y más cuando las veo feliz.

—Se nota —sonrió—, porque sonríes cuando lo dices.

Un breve silencio se mantuvo por minutos. Sus ojos se encontraron esa noche, al igual que sus corazones.

—Sabes, creo que aquella vez en el viaje nos conocimos de mal modo —Ren rompió el silencio—¡Podríamos empezar de nuevo y olvidar lo de antes! Si quieres.

—Me parece bien —Ambos sonrieron y se estrecharon las manos. Hasta que llego Natsume gritando y corriendo junto a Tomoya.

—¡Ya es hora, ya es hora! —Subió corriendo por el puente, seguido por Tomoya.

—¿Adónde van? La función es por allá —dijo Sakura.

—Conozco un mejor lugar ¡Síganme! —respondió Tomoya.

Todos corrieron tas el hasta llegar a un mirador, rodeado de hermosos árboles y flores, con un espacio enorme donde tenían una excelente vista de los fuegos artificiales.

—Es hermoso —dijo Sakura sin despegar la mirada del iluminado y destellado cielo.

—¡Es verdad! ¡Muy hermoso! —agrego Natsume con sonrisa de niño.

La noche fue maravillosa, con la mejor compañía y alegría. Ese día, nuevos lazos de amistad se habían creado sí que ellos se dieran cuenta. Algo en Ren despertó nuevamente y no pudo dejar de ver la espalda de Sakura, luego comenzó a sonreír sin sentido pero feliz.

Pasado el tiempo, Sakura salió temprano de su casa vistiendo una hermosa blusa blanca y short con su preciado sobrero de mimbre rosa; se dirigió al café donde siempre para esa fecha se juntaba con Hana aunque esta vez no lo seria. Las Sakura’s brillaban más que nunca, hacía calor pero no molestaba ya que una brisa lo calmaba. De repente, una corriente de aire fuerte voló el sobrero de mimbre y Sakura corrió tras él.

—¡No de nuevo! —exclamo Sakura.

El sobrero voló hasta chocar con la cara de una joven que no pudo esquívalo por tener sus manos ocupadas con cajas y al golpearla, grito del susto por la sorpresa. Tras ella salió un chico más joven, al parecer su hermano menor.

—¡Quítamelo, quítamelo! —gritaba ella.

—Tranquila Nana, es solo un sobrero de mimbre... ¿Rosado? —Finalizo sorprendido al volver a ver ese sombrero.

—Ah, ya veo ¿Pero de quién es?

Ren volteo con esperanzas de volver a ver a esa persona, y ahí estaba, parada frente a ellos matándose de risa sin poder parar.

—¿Nos seguiremos encontrando de este modo todo los años? —dijo Ren sonriendo al entregarle el sombrero.

—Muchas gracias de nuevo y mil disculpas señorita, lamento haberla golpeado.

—No hay problema, además fue el viento —respondió Nana sonriendo—, y por favor dime Nana —dijo alegre al notar que esta chica despertaba una chispa de felicidad en su hermano—¿Por qué no nos acompañas?

—¿Se puede? —dijo Sakura.

—Claro, solo entregamos estos pastelillos de mama y tomamos la merienda —sonrió—. Perdón que mi hermano sea un mal educado y no te haya invitado antes.

—¡Oye! -dijo Ren y Sakura comenzó a reír nuevamente. El la miro y sonrió —¿Quieres, Sakura?

—Claro, estoy libre.

Después de entregar los pastelillos a la tienda, los tres se fueron a un bar-café a tomar una merienda, como hacía calor, tomaron refrescos helados y unos bocadillos salados. Pasaron toda la tarde hablando sobre ellos y conociéndose. Nana tenía un gran interés en la joven, al parecer le agradaba mucho y más al ver a su hermano feliz.

—Voy al baño —dijo Nana—, ya regreso.

—Entendido —sonrió Ren. Luego miro a Sakura y el sobrero de mimbre—¿Qué pasa con el sombrero? Si puedes contarme, como esa vez que nombraste lo importante que era —pregunto curioso.

—¡Oh, sí! Me lo regalo mi abuela cuando era pequeña y me dijo que es mágico —respondió sonriendo—. Ah, ella aún vive. Cuando cuento esto suelen pensar lo contrario.

—Ah, ya veo —sonrió—¿Pero solo es valioso por ser mágico?

—No sé si es mágico, pero ella dice que este sobrero tiene una historia y que lo hace ser mágico. Prometió contármela cuando yo esté lista, aun no lo hace, asi que debo demostrarle que soy digna de él. Solo que vivo perdiéndolo y tú últimamente eres quien lo salvas.

—Pero siempre lo recuperas y está contigo, yo creo que pronto sabrás sobre su magia —respondió sonriendo.

Al llegar su hermana, su charla termino. Finalizada la reunión, Ren y Nana se encontraban de regreso a su casa después de acompañar a Sakura, la cual los despidió agradecida por esa rica merienda y charla tan agradable.

—Creo que es hermosa y muy buena chica —dijo Nana y le guiño el ojo antes de entrar a la casa.

—¿Qué? Espera —corrió tras ella sin respuesta, su hermana lo conocía más de lo que él pensaba.

Los días pasaron y las clases comenzaron nuevamente. Todos estaban en la formación de bienvenida y al finalizar el discurso, se dirigieron a su nuevo salón. Ren sonrió al ver pasar a Sakura con el colgante que el gano por ella, en su bolso como le había prometido. Ese beso en la mejilla volvió a sus recuerdos y una sonrisa se dibujó en su rostro. Todos caminaban por el mismo pasillo, hasta darse cuenta que este año, todos serian compañeros (Hana, Sakura, Ren, Natsume y Tomoya). Entre Natsume y Tomoya se miraron entre re ojo y luego a Hana ¿Qué pasaría con todo esto? Ren solo trago saliva esperando lo mejor.

—¡Qué bien! —grito Hana—. Estamos todos juntos —Sin perder la sonrisa.

Sakura se sorprendió, parecía ser la misma Hana se siempre, ya no la ignoraba y hablaba como solía hacerlo, estaba tan animada como siempre pero... ¿Su interior estaba tan animado como su exterior?

¡¡Continuara!!

 Flor ~ Hana Sakura ~