18/4/13

Lazos ~ Cap. 11


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Lazos - Capitulo 11: Un inesperado verano, parte 1.

Desde ese día, Ren ya no volvió hablar directamente o mantener una conversación con Sakura o  Tomoya. Hotaru, por su parte, presenciaba todo esto y sabía que estaba mal. Quería buscar una solución a tantos problemas pero eran demasiados que no sabía por dónde empezar y la mareaban. Los días de clases ya no eran tan felices para todos, había surgido discordias que aún no se les encontraba solución.
Por otro lado, el verano estaba tocando la puerta. El calor era más intenso y el ruido de las cigarras abundaba por las tardes en los pasillos templados de la escuela. Ese día, por la tarde, Sakura debió quedarse en la biblioteca por lo que todos volvieron juntos menos ella. Yami, muy entusiasmada que estaba ese día, sugirió ir al karaoke o al cine, ya que las clases terminarían en unos días y había que aprovechar las tardes de verano que les quedaban juntos.
—Pero Sakura no está —dijo Hotaru al oír la propuesta.
—Bueno, pero otro día saldremos con ella —respondió Yami, luego miro a Tomoya—. Salvo que a ti te moleste —y sonrió.
—¿Qué? No, para nada. Creo que es una buena idea, a ella de seguro no le molesta —respondió algo sobresaltado, aun no se acostumbraba a esta farsa.
Asi que como lo decidieron, salieron todos juntos. Cuando la noche ya los había alcanzado, todos se despidieron entusiasmados por el verano y las vacaciones. Luego, se separaron de acuerdo a sus destinos. Por un lado, Hotaru regresaba junto a Hana y Yami, la cual no dejaba de hablar de su viaje de verano a la playa para un tour de modelaje donde saldría en nuevas fotos para revistas e incluso un comercial por la tv. A Hotaru esto le daba nauseas, aun no le terminaba de cerrar la personalidad de Yami, y menos cuando resaltaba su persona queriendo opacar a los demás, pero lo que aún mas no le cerraba, era la adoración que Hana le tenía y la amistad que estas habían formado.
De momento a otro, Yami dejo de hablar y se paró frente a ellas con dos boletos en sus manos.

—¡Tomen! —sin borrar su encantadora sonrisa les dijo—. Es un pasaje para ir a verme a la playa, donde podrán quedarse por tres días y dos noches en el hotel junto a mí. La empresa para donde trabajo me los dio, estaría muy feliz si lo aceptan ¿Que dicen?
—¡Claro que iré! -respondió Hana muy contenta tomando su boleto.
—Pero, son solo dos —dijo Hotaru de mala gana—¿Qué pasa con las demás chicas? ¿No planeabas invitarlas?
—Ya invité a Haruhi, pero Naoko me rechazo porque debe realizar vacaciones familiares justo para esa fecha —respondió Yami.
—¿Qué hay de Sakura, no pensabas invitarla?
—Es que solo me dieron esos pasajes y Sakura ya nos había dicho que pasaría el verano junto a su abuela.
—Eso es verdad —dijo Hana—, ella me conto, no te preocupes.
—Pero ella podría ir, no creo que este todo el verano. Al menos deberían avisarle.
—Eso sería ponerla en una mala situación en la que deba elegir, además no tengo más invitaciones -dijo Yami fingiendo estar preocupada.
—¿Y qué pasa con la de Naoko? Esa es una extra —Yami se crujió los dientes de rabia.
—Es verdad, se lo diré mañana. Solo espero que tu tomes la responsabilidad si Sakura se pone en aprietos —sonrió.
—Solo debes preguntarle —replico Hotaru.
—Está bien Hotaru, Yami lo hará —sonrió Hana.
Hotaru no estaba conforme aun, sabía que Yami no quería invitar a Sakura desde un principio. Mientras tanto, Tomoya regresaba junto a Natsume y Ren a casa, algo callados.
—¿Y Sakura ya volvió a casa? —pregunto Natsume intentando iniciar alguna conversación.
—Umm, supongo... —respondió Tomoya.
—¿Asi nomas lo dices? —agrego Ren—¿No recuerdas lo que le paso la noche de la fiesta?
—¿Qué te pasa Ren? Dijo que su madre la recogería, y no lo sé porque no nos soleemos escribir mensajes aun.
—¿Qué clase de novios son? —Ren ya estaba de mal humor, asi que sin más que decir, tomo otro camino a casa dejándolos solos.
—¿Qué te pasa con esa pregunta? —pregunto Tomoya a Natsume.
—Yo no quería... Lo siento —suspiro Natsume.
Ren ya no soportaba estas incomodas situaciones, algo debía hacer con sus pensamientos, tenía que pararlos y aceptar esa realidad. Al día siguiente fue en bicicleta al instituto, con la intención de regresar por su cuenta a la salida y asi no toparse con esas molestas situaciones y sentimientos amargos.
—¡Buenos días Ren! —saludo Hotaru que llegaba tras de el—¿Bicicleta? —dijo señalándola.
—Buen día, emm... Si, al menos por los últimos días de clases vendré en ella —sonrió al responder.
—¡Asi que haciendo ejercicio! —reía Hotaru.
—¿Que hacen? —dijo Natsume que recién llegaba, mientras Ren abrochaba su bicicleta.
—Hablamos de que pronto acabaran las clases ¿Ustedes se irán algún lugar en especial? —dijo Hotaru.
—Yo tengo clases de verano —Natsume exclamo triste, a lo que Hotaru reía.
—¿Y tú Ren? No me digas que tienes clases porque se tus notas —sonrió.
—No, claro que no. Me iré unos días con mi padre al campo. Siempre solemos hacerlo, ya que no lo veo casi nunca ¿Tu Hotaru?
—¡Qué lindo! Y bueno, yo de seguro viajare con mi familia a la playa, este año se les metió eso en la cabeza. Ah, y recibí una invitación de Yami pero es antes del viaje con mi familia. Tal vez considere ir.
—¿Viaje de modelaje?  —pregunto Natsume.
—Si ¿Cómo lo sabes?
—Yami invito a Haruhi, por accidente lo escuche. Y sé que Sakura rechazo la oferta por irse de viajes con sus abuelos, a ella la invito Hana.
—Mm, asi que fue Hana. Esa Yami, no termina de cerrarme.
—Ya deja de decir eso Hotaru, pareces vieja —reía Ren al decirlo.
—Como digan, asi lo pienso. Tal vez deba ir a ese viaje y averiguarlo.
—Hotaru, das miedo —dijo Natsume y ella le guiñó el ojo con cara de malvada mientras reía.
En ese momento la campana sonó asustando a Natsume. Los amigos se separaron y entraron a sus salones, al cual Natsume prácticamente llego para recostarse a dormir sobre su mesada.
—Buenos días Natsume ¿Todavía tienes sueño? —saludo Sakura que se sentaba a su lado y el malentendido entre ellos ya se había resuelto un poco.
—Uhh, sí. Buenas... —bostezó y volvió a recostarse.
—Buenos días —dijo Hana frente a ellos—¡Ya deja de dormir! —sacudió a Natsume.
—Buenos días —dijo Sakura mientras moría de la risa.
—Ah, Saku ¿En verdad no iras al viaje?
—En verdad gracias Hana, pero ya quede con mi abuela para ir y ya la extraño —sonrió.
—Te entiendo —sonrió Hana también—. Mándale muchos saludos de mi parte.
Después se retiró a su asiento.
—¿Abuela? —dijo Natsume levantando apenas su cabeza.
—¿Qué dices?
—¿Te vas con tu abuela?
—Sí, quiero hablar unas cuantas cosas con ella. Además la extraño y necesito de sus cálidas palabras —sonrió.
—Eso es bueno, tal vez ella te hace entrar en razón —sonrió y volvió a dormirse.
Sakura quería tirarle con la goma por la cabeza, pero solo sonrió. Se dio cuenta que se había vuelto muy amigos por lo que él se preocupada por ella hasta ese punto e incluso era asi también con Hana y las demás chicas. Natsume no es muy estudioso y es algo flojo, pero es una buena persona que se preocupa por los demás.
La semana termino al igual que las clases, dejando un vacío en el instituto, al menos hasta que las clases de verano dieran comienzo. Nuestros jóvenes amigos comenzaron sus bolsos destinados cada uno a sus viajes y salidas de vacaciones, aventuras de verano esperaban por ellos aun si no estaban todos juntos ese año.
Sakura llego bien temprano por la mañana a la casa de su abuela, la cual la recibió con mucha alegría y llantos de felicidad. Al entrar a la casa, le preparo un delicioso desayuno que compartieron con largas charlas sobre la familia y vida de ambas.
—¿Y cómo vas con el Violín, pequeña? —pregunto su abuela reposando el codo sobre la mesa y su cabeza sobre su mano mostrando su sonrisa.
—Muy bien, con Hana ganamos el concurso y becas para después de graduarnos. Podemos elegir entre la academia de aquí o de Londres. Aun no se cual elegir y ella tampoco —sonrió al finalizar.
—Ya deben decidir, este es su último año —Se detuvo un momento para beber jugo—. Por lo visto siguen muy unidas con la pequeña Hana ¿Verdad? —sonrió.
Sakura se desanimó un poco, ya que su relación estaba algo distante y es por lo que más temía.
—Bueno, aún seguimos siendo amigas solo que ahora Hana esta mas sociable y pudo hacer amigos por su cuenta —sonrió con melancolía—. A pesar de no ser tan unidas como antes, estoy muy feliz por ella.
—Se nota cada vez que hablas de ella el cariño que se tienen. Me alegro mucho... Pero basta de charlas, vamos al super que hay que hacer las compras de la semana —reía la abuela al levantarse.
Compraron bastantes alimentos, pasearon por casi todo el pueblo donde todos saludaban a Sakura, ya que la conocían desde que era tan solo una niña. Tantos recuerdos volvían a su mente que los pequeños dolores desaparecían de tan solo ver la sonrisa de esas personas al verla de regreso. Por la tarde, se sentaron juntas a ver la puesta de sol acompañadas con una deliciosa sandia -jugosa y muy dulce- y algunas otras frutas de temporada. Mientras tanto, Ren junto a su hermana, se encontraban llegando en el auto a la casa donde pasarían el verano al menos por una o dos semanas, extrañamente era el mismo lugar donde Sakura se encontraba. Su padre llegaría por la mañana del día siguiente, asi que debían de tener todo preparado. Cuando llegaron, el pueblo a esa hora estaba algo callado y el sonido del agua al correr podía sentirse de fondo. Pararon frente a la casa y después de guardar el auto comenzaron a bajar sus cosas y acomodarlas. El aire era fresco por lo que no sufrieron calor su primera noche. Ren estaba algo desanimado aun, sus pensamientos no paraban de latir en su cabeza y su hermana podía notarlo, eso la preocupaba pero esperaba que en estos días su ánimo regresara.
—¡Buen día hermanito! —grito emocionada para asustarlo.
—¡Oye! —Ren pego un salto de la cama—¿Que te sucede? Loca.
—No me llames asi pequeño enano, papá está llegando por lo que de inmediato te levantas y me ayudas con el desayuno —Le pego en la cabeza—. Hay que ir a la tienda por las frutas que el ama de este lugar.
—¡Lo sé! Molesta ¿No puedes ir tú sola? —renegaba mientras se vestía, su hermana ya lo esperaba afuera en el auto.
Mientras tanto, Sakura estaba terminando su desayuno y su abuela veía canales de cocina en la tv.
—Abuela, voy a la tienda. Ayer nos comimos toda la sandía y Ayame vendrá hoy, de seguro nos regaña por no dejarle —reía Sakura.
—Es verdad ¿Te acompaño? —pregunto con una sonrisa.
—Descuida, puedo sola. Tú descansa.
Salió de la casa y fue caminando a la tienda. El día estaba algo caluroso, pero la sobra estaba fresca. Recordaba su niñez al pasar por esas calles y plazas en las que de pequeña solía jugar junto a su hermana. Todo le traía melancolía y sonrisas. Al llegar a la tienda, la mujer del mostrador la saludo con un fuerte abrazo y grito su nombre.
—Pequeña Sakura, volviste a visitarnos —sonreía la mujer—. Mira las frutas frescas que acaban de llegarnos, las guarde justo para ustedes.
—¡Gracias, eres la cariñosa de siempre! —dijo agradecida Sakura.
Después de pagarle, aunque esta insistía en que era un regalo, se quedó un rato conversando con ella. Hablaban sobre la familia, los recuerdos y el pueblo. No muy lejos de ellas, se encontraba la hermana de Ren pagando las frutas que había comprado, mientras él se aproximaba lentamente leyendo una revista que había comprado en el puesto de la tienda. Sakura no la había reconocido, por lo que saludo a la mujer y asi poder volver a casa, pero a lo lejos venia gritando una pequeña niña que recordaba a Sakura.
—¡¡Sakura!! —grito la niña, provocando que todos miraran y le hermana de Ren se diera cuenta de ello.
—¿Sakura! —Le pregunto recordándola.
La niña abrazo fuerte a Sakura -se trataba de la nieta de la mujer que de bebe Sakura solía cuidar- y ella le correspondió, pero al ver a Ren y a su hermana quedo más sorprendida. No sabía que decir o cómo actuar...
—¡Si, eres Sakura! —Volvió a insistir la hermana—¡Hola! ¿Me recuerdas? Aquí esta Ren —dijo sonriendo y empujándolo hacia ella.
Él estaba demasiado sorprendido y colorado por el encuentro.
—R-Ren... —balbuceo Sakura sonrojada también ¿Cómo pudo pasar eso? Pensaba ella una y otra vez, pero de cierto modo algo feliz estaba de verlo y poder hablar después de tanta distancia que se había creado entre ellos los últimos días de clases.
—¿Sakura? ¿Por qué?
—¡Ren! ¿Cómo preguntas eso? —Lo regaño su hermana.
—Quise decir que ¿Que hace aquí también? —Sonrojado miro hacia el costado, estaba nervioso.
—Bueno, aquí vive mi abuela y yo solía pasar veranos enteros y seguidos aquí —dijo Sakura y sonrió—¿Ustedes?
—Mira que locura, nosotros veníamos desde pequeños con nuestros padres a pasar el verano o al menos algunos días aquí -respondió la hermana.
Después de la increíble sorpresa, volvieron los tres juntos ya que ellos estaban hospedados a dos cuadras más de la casa de Sakura. En el camino solo hablaban ellas dos, Ren estaba sentado atrás con las bolsas y callado. En ese momento su hermana volteo y lo miro sonriendo.
—Despídete de Sakura, aquí vive.
Ren levanto la mirada y la tenía en frente, por lo que volvió a sonrojarse y a estar nervioso.
—¡Ah, por cierto! ¡Esta noche hay una pequeña celebración en el centro de la ciudad! ¿Vendrán con tu abuela esta noche? —pregunto la hermana sin dejarlo hablar a él.
—Sí, con mi abuela ya lo habíamos decidido. Incluso mi hermana llega hoy para ir con nosotras también.
—¡Qué bueno! Entonces esta noche las veremos ¿Verdad Ren?
—Eh, si... —sonrió.
Luego de despedirse, Sakura entro a la casa y ellos siguieron su camino. Algo lo había puesto feliz y su hermana sabía cuál era la razón aunque él no quería admitirlo. Esa tarde se la paso pensando en ella que ni prestaba atención a las conversaciones que su padre tenía con su hermana, parecía flotar en el aire.
—¿Qué le pasa a este chico? —pregunto su padre.
—Shh, está enamorado —murmuro ella y le guiño el ojo.
Su padre solo sonrió.
—¿Iras esta noche, papá?
—Esta vez pasare, estoy cansado por el viaje. Vayan ustedes y diviértanse, además quiero guardar energías para el festival, eso si que no me lo perderé por nada —sonrió.
—Está bien —reía.
—Voy a bañarme —Interrumpió Ren sus risas.
Mientras tanto, en la casa donde estaba Sakura, estaba llegando su hermana. Su abuela estaba contenta de tenerlas ahí de regreso, ya hacia bastante que extrañaba esos veranos que pasaban juntas.
—Primera para bañarme —grito la hermana de Sakura y corrió subiendo las escaleras.
—Luego sigues tú, pequeña. Yo ya me bañe —sonrió su abuela.
—Gracias abuela —sonrió.
—Desde esta tarde te vez más animada ¿Qué podrá ser? —Sakura se sonrojo de repente—. Mmm, ese sonrojo dice algo ¿Encontraste algo agradable hoy?
—¿Eh? ¿Qué? So-Solo encontré a un amigo y su hermana —sonrió sonrojada aun—, esta noche irán a la celebración.
—¡Que bueno! Te notaba algo animada, pero parece que debe ser muy buen amigo tuyo y logro subirte el ánimo.
—Puede ser —dijo con su corazón acelerado.
Su abuela sonrió y se fue a limpiar unas cosas en la cocina. Mientras que ella subió a su habitación que compartía con su hermana, está aún estaba bañándose, por lo que Sakura miro por la ventana para que la brisa fresca calmara un poco sus mejillas acaloradas. Aun asi, su corazón no paraba de latir con fuerzas y sus manos transpiraban. Sentía un profundo calor y grandes sentimientos que querían salir o explotarían.
—¿Qué debo hacer? —murmuro a las estrellas.
¡¡Continuara!!
Flor ~ Hana Sakura ~

PD:  Disculpen por la demora :) tuve una semana bastante ocupada D: espero ponerme al día con  ustedes, Besos !

2 comentarios:

  1. OH POR DIOSES!
    Ame este capitulo! -Como todos los demás- Al fin Ren y Sakura tienen tiempo para estar juntos sin que la fastidiosa de Yami venga y les arruine el momento. Ya saben lo que dicen: "Si amas algo, dejalo ir... Y si regresa, es tuyo"

    Espero con ansias el proximo capitulo!
    Bss^^

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  2. Gracias ^^ ! Pronto lo publico, ya estoy modelando el camino de la historia al final jaja... Quiero algo emocionante asi que perdon si tardo un poquito :) ~

    Besos Linda (:

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